Uno de los problemas históricos que ha frenado el desarrollo de España es el poder sobre el suelo. Ayer en lo agrario, hoy en el terreno inmobiliario, de esta nueva Florida de Europa, donde se refugia lo peor de cada casa del mundo. Ese negocio ligado al sector construcción y servicios conforma una clase capitalista dirigente, incapaz de centralizar el desarrollo científico técnico y la industria, como motor de progreso. Pero es que además este negocio termina endeudando a las familias españolas, impidiendo el progreso de este país. Ver entre otros artículos: http://revista.consumer.es/web/es/20060101/actualidad/informe1/, además de http://www.ecologia-social.org/noticia.asp?id=19416
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