viernes, agosto 16, 2013

LA CRISIS ACERCA DEL CRECED Y ENRIQUECEOS!!

Hace unos años el escritor Francisco Umbral, reclamaba de forma esperpéntica, ante el permanente debate de la cultura hispana sobre la corrupción, el que se debería democratizar. Seguramente algunos se plantean que la corrupción es un asunto inherente al poder de los políticos de la corona, o incluso al poder mismo de la corona. Razones no faltarían para ello, toda vez que se trata de instituciones novedosas y en la dictadura ese privilegio lo tenían los militares, Como ahora en Rusia y China, donde para comerciar o ejercer una actividad notable, es importante tener un amigo general o coronel (En la KGB, el grado de coronel era de un poder superior al de un general del ejército y el excoronel Putin ha llegado a presidente). Los partidos políticos españoles y la corona española son instituciones que se han enriquecido a gran velocidad y ya disponen de importantes aparatos económicos que permiten mantener a importantes capas de la sociedad y disponer de elementos mediáticos que les ayudan en sus planteamientos. Operaciones de venta de infraestructuras de transporte (con orgásmicas caza de elefantes), Contratos de obras públicas, operaciones inmobiliarias, derivación de fondos sociales para el empleo y la formación, asignaciones públicas millonarias, el tráfico oculto (drogas, prostitución, juego, esclavos) y el deporte español (espectáculo opaco donde lo hubiera) son algunas de las formas utilizadas para la transferencia de la riqueza hacia los lugares y personas que disponen de capacidad de decisión. Una pregunta tan simple, como el saber por qué una empresa tiene el monopolio de catering en el AVE Sevilla-Madrid y Madrid-Barcelona, sería un culebrón periodístico, previo al análisis de la tragedia ferroviaria de Santiago.

Pero debemos dejar claro que la corrupción no es un asunto inherente al Área de la administración pública. Cuando las grandes sociedades se reclaman anónimas, ya vemos un signo de clandestinidad inherente a la falta de transparencia, lo que ha llevado a las empresas más serias y modernas a fundamentar su Responsabilidad Social de esas instituciones que tienen gran poder, ante una ciudadanía madura y estructurada socialmente. Reclamo para España que los dirigentes de bancos y empresas sean los primeros que deben ser llevados ante los tribunales, ya que atentan contra el principio de libre competencia que se dice defender como sustento de esta economía abierta, en caso de actuaciones corruptas. La corrupción en el Área administrativa sería algo más cierto en aquellas naciones donde la administración pública tiene importantes resortes de acción en la educación, sanidad, empresas públicas. Pero siempre deberemos insistir que el concepto de lo público va más allá de la estricta forma jurídica de la propiedad, ya que requiere de mecanismos de control social ágiles, transparentes y de mecanismos de participación ciudadana en las tomas de decisión.  Para que un mecanismo institucional actúe de forma democrática se requiere además, de la existencia de una justicia independiente, no corporativa, ágil y resolutiva donde la ciudadanía se sienta representada. Cuando el aparato conservador judicial español se reclama independiente del ejecutivo, suele esconder que no puede ser independiente de la ciudadanía. Y que su aparato debe ser ágil y transparente.

Por lo demás me caso de difundir que el "estado",  bajo una sociedad de clases, y la propiedad estatal no son sinónimo de progresismo. Muchos progresistas tratan de hacer del "intervencionismo estatal de la economía", propuesto por el conservador Keynes como mecanismo anticíclico de una economía, la condición equivalente a la del socialismo. Aparte de que esto nos conduciría a aberraciones que terminan convirtiéndose en defensoras de estructuras corporativas propias del atrasado germanismo bismarckiano, deberemos decir que la parte fundamental de este conflicto es saber el grado de autoorganización social y de transparencia, capaces de poner coto a los desmanes que se desencadenan en una sociedad. Y cuanta más autoorganización social existe como contrapoder a las estructuras monopolistas actuales, tanto mejor nos irá a la sociedad. Lo demás son cuentos de Peter Pan y Campanilla en el Pais de nunca jamás. Y por eso la ola neocon actual, trata de eliminar o adocenar las organizaciones sociales como contrapoder de sus decisiones en una sociedad democrática. Y no cabe duda de que en esta temática el análisis de las formas jurídicas son importantes. Pero hay sociedades públicas y privadas que dejan mucho que desear. Y que es una barrera contra el progreso de que la constitución española proteja la vieja condición de funcionariado franquista, la única forma excelsa de la condición de servidor público.

En todo caso la situación española actual está empujando en la línea de privatizar la propiedad y las decisiones, al objeto de escapar del control ciudadano, desmantelando cualquier obstáculo al llamamiento de la Universidad de Harvard de "Creced y enriqueceos". Un llamamiento que tiene su fundamento en el dogmático llamamiento liberal de Adam Smith acerca de la riqueza de las naciones, que resulta junto al neodarwinismo y el creacionismo, el compendio teológico de los neocon WASP, que actúan como una losa contra el progreso en la sociedad  americana y que pone en peligro la propia seguridad y estabilidad mundial.

Hechas estas anotaciones, deberemos insistir en algunos aspectos. El primero de ellos es que son las empresas privadas y bancos, el lugar donde la corrupción suele alcanzar las cotas más altas. Y que estas cotas son más elevadas en los países donde el criterio de precio (precio y valor son diferentes) se imponen a los criterios de calidad y participación. En estos lugares la corrupción asociada a lavar la ropa de los empleados, colocar un producto de los lineales o utilizar la información, es moneda común. Si investigáramos los pelotazos de Terra en Telefónica, sabríamos porque la información privilegiada en la privatizada Telefónica enriqueció a la familia Aznar y es un bunker del poder "neoliberal" del PP.

Hechas estas reflexiones que pueden explicarnos el que un verdulero de un mercado simple cautivo, puede disponer de importantes signos de riqueza externa, lo que nos debemos preguntar es hacia donde nos conduce esa cultura compartida en un país por la clase dirigente y por importantes capas de la población, que escapan a las potestades sancionadoras de Hacienda.

Hay signos claros en el llamado mercado de trabajo, que evidencian que el nivel de cualificación de España es muy bajo (para sablear no hace falta mano de obra cualificada). Hay signos claros que existe una gran despreocupación por el medio ambiente en relación al crecimiento (el medio ambiente de un país es otro factor determinante para atraer inversiones de los elementos más dinámicos del país). Es evidente que la I+D+i, formación superior y profesional ha quebrado y que los elementos de vanguardia se deben de ir del país, dejándonos a los elementos ociosos como único elemento de significación social. La marca España está ligada al deporte de élite, con movimientos opacos de capital y no al prestigio de nuestra ingeniería. Es significativo que el turismo (eslabón importante de la economía española) se centra en los aspectos de playa o de la religión, aspectos que coinciden con los elementos alienantes de los touroperators, que desertizan el interior de España, que cuenta con zonas de impresionante valor histórico o patrimonial. Es importante saber que no existe limitación a la propiedad solariega, inmobiliaria y agraria, mientras se mantiene una enorme capa parasitaria (notarios, registradores,...) que dificulta el acceso de los menos pudientes y a la transparencia del bien común de estos bienes, para promover la economía más dinámica y de valor. Y es importante saber que el juego, la prostitución y las drogas alcanzan en España los hitos más importantes de Europa, hasta el punto de que varios gobiernos regionales han aparecido implicados en defensa de los casinos como elementos salvíficos ante la crisis actual.

En este marco de cosas, pensar en acceder a los procesos de dirección mundial empieza a resultar vanal y surge de nuevo el problema de la apertura de los abismos civilizatorios y el fantasma de la cultura como un fenómeno biológico propio de elementos subnormales que no tienen remedio alguno, haciendo bueno el slogan de que España es "diferente" porque así son sus habitantes. Y hasta el famoso "que te calles!" aparece como única solución a la denuncia de los problemas que la crisis actual ha desencadenado. (El difunto Chaves denunció a Aznar y su estilo neocolonial con una mayor dignidad que los mandatarios españoles, propensos a mostrar su disposición mercenaria corrupta).

La actual crisis necesita resolverse de la mano de un nuevo estadio de alianza de las clases trabajadoras (incluídas las capas industriales y emprendedoras) en favor de una República no coronada. Y debe ir acompañada de unas decisiones de regeneración política, que requiere de unos profundos cambios en nuestros comportamientos y hasta en el campo de la cultura (entre los que se encuentran cambios religiosos profundos, la sexualidad, aspectos educativos y de creatividad humana y hasta en el concepto de la defensa militar que hoy se ha subordinado hacia componentes tecnológicas y mercenarias, ajenas a la revolución francesa y al concepto de milicia republicana). Unos cambios que solamente la II República empezó a esbozar y que hoy requiere de nuevos análisis y nuevos retos de futuro. Mirar hacia atrás produce tortícolis. Mirar hacia adelante representa un esfuerzo colaborativo y un cambio cultural profundo, alejado de la creencia de que una cultura étnica española ha sido superior a otra. El catolicismo hispano ha barrido las diferencias y ni la cruz de San Jorge ligada a la cultura de la Rosa de Alejandría, ha podido enraizarnos en las bases de una nueva cultura. Algo que es consustancial a toda la sociedad y agrava la condición de vanguardia del país del Ocaso del Sol, que se fabularon en torno a los sueños de una nueva Itaca. Nuestra patria la han hundido en el lodazal y sus clases trabajadoras están amenazadas de extrema pobreza.