Creo que todas las teorías que emergieron de la primera revolución industrial partieron del mismo principio de la acumulación primitiva del capital y de la misma organización social del trabajo. Pocas acepciones han tratado de explicar lo que sucede cuando el imperio de la cantidad desborda la calidad y el subjetivismo aparece en el horizonte de la expresión del demos. Gran parte del sistema se ha basado tras la segunda guerra mundial en repetir los mismos esquemas de producción piramidales basados en la condicionalidad del productor (El hechizo de la pirámide), violentando a las gentes o personalizando superficialmente las producciones. Hay crisis en las pirámides de la uniformidad y el ego despierta. Eso se puede entender falsamente como ruptura del espíritu comunitario. Yo creo simplemente en que hay una ruptura con el espíritu gregario de la anterior humanidad. El problema es si ese ego va a ser devastador y si las posiciones del pasado lo van a aguantar sin plantear un conflicto dado el miedo a la libertad.
El caso es que la fenomenología que se escudriña desde los años 70 trata de abordar estos nuevos fenómenos que atacan incluso a las formas participativas de las actuales democracias que también se basan en esquemas piramidales de uniformidad y de prietas las filas macedónicas. Sería un error el que cometerían los mundos arcaicos si plantean una confrontación con este sistema. Y es poco razonable que los sistemas avanzados no planteen esquemas participativos más pluridisciplinares para el gobierno de la sociedad.
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