sábado, febrero 11, 2006

El anticatalanismo emergente

Yo no puedo vivir sin Cataluña. Igual que Cataluña no puede vivir sin mí. Esa reflexión de Azaña es la que yo tengo. Quien ataque a Cataluña, no ataca unos sentimientos y una lengua latina. Es que ataca a una de las culturas más democráticas que hay en este puñetero país. Y yo sin Cataluña me ahogo. Es més vol un Aragó dintre de una nova Expaña. Una España que sea eso ex, es decir renovadamente democrática.
No se ataca el cava. Se está atacando el espíritu de los burgos.
No se desean los bienes eclesiásticos que fueron expoliados por su dejadez y falta de recursos económicos para cuidarlos. Se quiere presentar una imagen ladrona del catalán.
No se ataca a gas natural. Se ataca a la industriosa y laboriosa cataluña.
Desde el Aragón caciquil y ramplón bien podrían estar a bien con el cava, porque somos los segundos productores. Protejan el patrimonio del Conde de Aranda en Epila y soliciten la devolución de los bienes eclesiásticos que hay en EEUU y en Europa por dejadez del patrimonio.
Sepan que Gas Natural es una empresa que se mueve en el mundo de la energía y que requiere una dimensión mínima si se quiere sobrevivir sin ser absorbido por el más grande.
Apoyo en esto al gobierno de la nación y recrimino a todos los gobernantes de Aragón. A todos sin excepción.
Viva la democracia.

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