lunes, diciembre 18, 2006

Códigos de la vida

Hubo un tiempo en que un animal se alzó sobre sus hermanos y expropió la tierra. Hubo un tiempo en que un animal se alzó sobre los demás y expropió los bienes naturales (Ver la degradación del agua y la concentración de la escasa agua mineral en unas pocas manos). Y en estos momentos hay un animal que se está alzando sobre los demás y está expropiando los códigos de la vida. Ejerce su ritual canibalesco a través del Monte Santo (Monsanto), con la ayuda de alguna rama de la ingeniería y de la ciencia de la transgenia. El ceremonial sagrado trata de encubrir que muchas de las semillas que patenta y expropia han sido producidas por la dialéctica de la naturaleza. Y que sus semillas no tienen otro ingenio que la de supeditar a los usuarios de sus semillas a los productos químicos que la misma compañía produce. El problema es que la reducción drástica de la poca biodiversidad que están dejando, puede acarrear la pérdida de la propia vida que engendró a esa bestia que trata de apropiarse de los bienes de sus hermanos, en el nombre una supuesta era prometeica en la que el hombre no se ve como parte del universo, sino dominador de ese universo y de sus propios hermanos. Es la locura generalizada en ese nuevo bestiario humano que tiene en el oligocapitalismo su más abrupta expresión.