viernes, septiembre 28, 2012

27 DE SEPTIEMBRE

Uno duda, si en torno a fechas señaladas, los hados se conjuran para mostrarnos que no hay blanco sin negro que lo preceda. Pero también es verdad que la negritud suele ser el resultado de lo que un conjunto de personas de mente oscura, se empecinan para poner el negro sobre lo blanco y hacer de la historia una trama azarosa y conspirativa regida por una mano oculta, dada en ser llamada providencia. Azar o determinismo se combinan de esa forma ya acostumbrada, en el conjunto de las encrucijadas humanas y el el caso del 27 de septiembre, se torna patética por quien quiso convertirse en demiurgo que entraba bajo palio en las iglesias como si fuera el mismísimo corpus christi toledano, que ahora tanto gusta de enaltecer a Dolores de Cospedal, en medio de marchas castrenses.

Corría el año 1936 y un general, ascendido joven por su comportamiento represor en las colonias africanas y en la represión contra los mineros de Asturias, decidió dar un golpe de estado contra la República Española. Lo hizo en Canarias al grito de Viva la República, pues se guardó un as en la manga por si fallaba el golpe asupiciado por el banquero March y el ala ultraconservadora de España y de la "pérfida Albión". Si el joven militar africanista fallaba, siempre diría que la única aspiración que le guiaba era el orden y no vulnerar el Orden constituyente. Los que le acompañaron en el golpe, monárquicos convencidos como Sanjurjo, Mola y Queipo de Llano, creyeron ver en franquito, a un taimado oportunista. Pero en el correr de los tiempos, franquito se los quitó de enmedio, en medio de circunstancias extrañas "sobrevenidas", que hoy son llamadas daños colaterales.

En el devenir de los días, desde el 17 de julio de 1936 (Esta vez el tiempo Canario se adelantó al 18 peninsular) hasta el 27 de septiembre de ese mismo año, Franco avanzaba lentamente desde Andalucía al centro, ya que necesitaba de mayor aureola mítica que le diera la popularidad que los otros generales tenían en medios conservadores. Y ese aureola se la creó el abuelo de José María Aznar (actual trilateralista entre el Tea Party, el Toro Party y las extremas derechas hispanoamericanas). Creó una aureola en torno a las virtudes godas de Franco (supuesta Raza), el destino imperial de los Austrias y ser el elegido para encabezar un nuevo imperio hacia el Dios de Castilla. Y nada mejor que coger el 27 de septiembre como eje central de su actividad. Esa fue la fecha en la que Carlos V, desembarcó en las arenas de la Playa Salvé en Laredo en su viaje de retirada al Monasterio de Yuste, dejando en la corona a Felipe II, quien fuera el cénit y, a la vez, declive del viejo imperio español. Franco fue un Quijote que soñó con reconstruir el ansiado imperio del que se veía imaginariamente ungido. Franco iba a dejar claro que el desastre de la Armada Invencible había sido un accidente y que los españoles iban a rememorar sus páginas de gloria, aunque fuera a costa del aplastamiento de los nuevos comuneros que habían prestado el color añil castellano a la bandera republicana de España.

Y el abuelo de Aznar, creyó ver en el asalto del Alcazar de Toledo y el fin del asedio republicano en el 27 de septiembre de 1936, el punto estelar para fundir en un solo hecho las llamadas virtudes metahistóricas, que tanto gustan de recomponer a los dragones de la llamada historia sagrada de España. Para hacer que el 27 de septiembre fuera la fecha mágica que diera aureola al joven general, africanista nada mejor  que esperar 3 días y crear terror en las estepas castellano manchegas con las tropas mercenarias magrebíes fieles a los colonialistas que mataron a los rifeños bereberes de Ab del Krim y crear un terror generalizado que Mola había demandado a sus socios, como base del golpe de estado. Los detalles de esta historia se reflejan claramente en el libro escrito por el profesor Isabelo Herreros Mitología de la cruzada de Franco: El alcazar de Toledo, que es finalizado con la carta en la que Indalecio Prieto se atrevió a tildar al abuelo de Aznar, como un perillán.(1)

La historia o histeria de Franco, envuelta entre el brazo incorrupto de Santa Teresa o la figura del asceta San Jerónimo Guadalupano, dejó a las claras la imagen oscura de un  dictador que iba a concluir su mandato en otro trágico 27 de Septiembre de 1975 en el que ordenaría sus últimos fusilamientos, pese a la oposición generalizada de Europa y de un sector importante de los españoles que desafiaron la represión masiva policial y las consignas de silencio. (2). Desde el ordenamiento de su último aquelarre, hasta su fallecimiento, en el que manifestó su deseo de ser inmortalizado en la tumba de los Caidos cercano al Escorial del Austria Felipe II, no pasaron ni dos meses. La obra del dictador que gusta de ser tildada de maestra por la derecha actual, sin que conste reparo alguno, tuvo en esa misma fecha, separada por 39 años, la base del "atado y bien atado" que ahora se discute.
35 aniversario. Cementerio de Pereiró en Vigo
Cementerio de Pereiró en Vigo

Los aragoneses sabemos muy bien quien era Felipe II, porque fue el que decapitara al Justicia de Aragón Juan de Lanuza, por defender las tradiciones de presunción de inocencia recogidas en los Fueros del Sobrarbe, como legado del romanizado imperio de Charlemagne, frente a la barbarie goda de la sangre real. También sabemos de Franco, por haber sido el director de la Academia Militar de una liberal Zaragoza, que nunca se rindió como dijera Benito Pérez Galdós, contra los que traicionan los valores patrios y democráticos de España. Y sabemos que Franco traicionó esos valores y fue impedido de entrar en los círculos progesistas zaragozanos.  El general Mola con los carlistas trabucaires de Navarra se desquitaron de la derrota del 5 de marzo de 1838 de las guerras carlistas y masacraron Zaragoza, lo que fue premiado por Franco con el mantenimiento de unos fueros o independencia económica fiscal que ahora reclama para sí Cataluña. La pregunta es por qué no? No será que Cataluña fue republicana hasta el final y dio hasta su última gota de sangre?

Nos movemos ante un nuevo 27 de septiembre de 2012 donde una parte del pueblo ha terminado el asedio al parlamento monárquico al que se quiere presentar en los medias españoles como el valedor de unas tradiciones democráticas que no sabemos ni intuir, ni siquiera adivinar. La marca democrática de una corona asentada en unos fusilamientos, no es la mejor carta de presentación. Porque una derecha que no reconoce los crímenes del franquismo garantiza que la corrupción es la base de este sistema, que ni es patrio (los capitales se evaden), ni es democrático (las leyes electorales no hacen de un hombre un voto y estamos ante una democracia asimétrica y territorialmente enferma), no respeta el medio ambiente y medio natural de España y nos ha introducido en un nuevo colapso económico del que nadie se responsabiliza en medio de un pueblo que vuelve a sufrir la ignominia de sus propios gobernantes.

Ahora y en este 27 de Septiembre, no nos queda más que gritar Viva la República , en demanda de ese Orden que Franco nos secuestró y que devuelvan la soberanía y libertad al pueblo trabajador, que desea progreso y bienestar para nuestro país, en un Alba que es el fruto de una noche larga.


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(1) Ver http://www.losgenoveses.net/Personajes%20Populares/aznar/directorioraiz/perillan.htm
(2) Desde diversos círculos, de lo que fuera izquierda oficial de la restauración se apoyó este silencio, con el que se iniciarían varios trágalas posteriores de la izquierd.