miércoles, noviembre 17, 2010

Fosforo en el Sahara

Dicen que gracias al fósforo se encienden las cerillas. A los niños les dan fósforo para aumentar sus luces. Y ahora es el fósforo quien enciende lo que ya es un puro desierto. Estos días nos llegan noticias del Sahel (Desierto en Harabí) donde se nos comunica la lucha del pueblo Saharaui por su independencia y la represión ejercido por Marruecos contra esa insurgencia. Las reacciones en España vienen siendo de lo más variado. Desde una derecha nostálgica que reclama que el mejor neocolonialismo es el español, hasta una izquierda revolucionaria que reclama injustamente una intervención española en el conflicto. (Cuanto más lejos esté España .... casi que mejor!!).
Estados Unidos, por miedo a que España se escapara a su control, en la llamada transición domesticada, preparó a la muerte del dictador Franco una serie de operaciones sucesorias para mantener el control sobre las materias primas en Africa. El petróleo de Guinea quedó a buen recaudo de la mano de la familia de un tirano enriquecido que mantiene bien guardadas las propiedades de los norteamericanos (y de paso las suyas). Y en lo que respecta al Sahara mantuvo el control sobre los fosfatos de Bucra, a través del reino alauita. Interesante a este respecto la descripcion de la explotación minera de los fosfatos del Bucra en el siguiente Blog
Los saharauis, al igual que los amazigh (calificados de bereberes o barbaros segun la cultura grecoromana) son calificados de ciudadanos de segunda en el reino alauita. No los matan pero tampoco los incentivan y su lengua y cultura se va perdiendo ... Cualquiera que haya estado en la zona puede vislumbrar las conexiones culturales e históricas entre íberos y amazighs, como antiguos pobladores del Norte de Africa y la Peninsula Ibérica. El arranque de las culturas agrarias de los tartesos en la bahia gaditana y el Guadalquivir en España debieron marcar, en la antiguedad, el principio de separación entre nomadismo y sedentarismo.
Los amazighs, tuaregs, saharianos ... son los actuales parias que tienen sus raices en el nomadismo y el alma libre (amazigh) de su condición errante. Y esa condición les ha forjado como luchadores natos en favor de cambios radicales de la sociedad. Amazighs fueron los revolucionarios rifeños, los anticolonialistas argelinos y amazighs son los que conforman el Congreso Mundial Amazigh que extiende su influencia en la zona del Magreb. Ellos son las verdaderas raices históricas en la zona, que la expansión panarabista ha tratado de suplantar. La Monarquia alauita que implantó en 1631 Mulay Al Sharif, llamado sultán de Tafilete, tiene mucho que ver con la dinastía de la sangre de los profetas. La sangre real y la teocracia implantada en Marruecos poco tiene que ver con el espíritu liberal amazigh. De allí que surjieran las contradicciones, desde su inicio, entre amazighs y la fundación de la dinastía alauita. La teocracia monárquica es el llamado grial o sangre real que ha operado para cristianos e islámicos como dinastía divina del mito de la sangre. Este ha sido el peor de los azotes del medioevo para España y eso nos lo confirma la historia del godo de Toledo (Franco) que conquistó su poder el 27 de septiembre de 1936 tras crear el peor de los terrores en los pueblos y ciudades de las llanuras extremeñas y castellano manchegas por parte del ejercito africanista mandado por el general José Enrique Varela. El mito de que alguien está predestinado por el mito de la sangre real divina ha sido el fundamento de todas las monarquías absolutistas, en contraposición al respíritu republicano.
En esas circunstancias la situación actual del Sahara deviene confusa ya que se entrecruzan diversos fenómenos que tienen su base económica en el intento de controlar los fosfatos. El suministro mundial de alimentos depende del fósforo y de las reservas de roca fosfórica que es la principal fuente de fósforo utilizado en fertilizantes. Y estas reservas se están agotando, por lo que las repercusiones pueden ser enormes. Esta es la esencia de un reciente artículo escrito por los investigadores del SEI (Stockholm Environment Institute) Arno Rosa y Ian Caldwell junto con Gert de Bruijne de WASTE, una organización holandesa encargada de asesorar en la mejora sostenible del medio ambiente urbano.
En estas circunstancias, y al igual que el Coltan que ha desencadenado la guerra del Congo, las luchas en el Sahara han comenzado y es previsible que se cobren miles de muertos. Los saharauis (los parias de la tierra como los amazighs) serán los que pongan más muertos en la lucha que se avecina por controlar este mineral estratégico en la agricultura mundial.
Mi dolor será el que estas vidas no valgan para cambiar nada. Y que al igual que los cubanos que fueron a luchar en Africa por los intereses de la Rusia de la época (Y miren que el Che fue uno de los que la comenzó de forma romántica en Angola), espero que la insurgencia saharaui tenga más fines que los del malestar permanente de una juventud saharaui que está harta de vivir marginada, de vivir del parasitismo "benefactor" de los paises desarrollados y que tenga un hondo concepto de la justicia social y la hermandad que se tiene en ese Sahel cuyo techo nocturno son la luna y las estrellas.
En esta fase de la batalla por la libertad y el autogobierno de los diferentes pueblos en la zona, hay que luchar por un Magreb democrático capaz de integrar las culturas amazighs en la zona. Mis amigos del monte Atlas me recordaron que en la vieja Atlántida primordial se encuentra la raiz de la utopía socialista que marcó una buena parte de la vida de la Europa en el siglo XX. Así que dejemos que el latido de la utopía sirva para avivar mejores causas democráticas que las del retorno a un neocolonialismo español siempre creido que con Franco y España, los amazighs vivian mejor. Eso no se lo creia ni el rifeño amazigh Ab del Krim, que tras una vida intensa de aprendizaje y luchas, murió en el Cairo en 1963.
En el fondo, lo que incomoda a la vieja Europa colonialista, y a un Estados Unidos que ha perdido toda base libertadora anticolonial, es la existencia de un Magreb democrático y unido capaz de prosperar con sus riquezas y sus gentes. Y para ello nada mejor que divide y vencerás,. Si Europa ha dado pasos para la conformación de un Area Regional más democrática en el mundo, tras una época de nazifascismo y tiranos criminales, porque oponerse a la creación de otra Area Regional que conforme un Magreb democrático? Al fin y al cabo la palabra Magreb es lo mismo que decir Occidente. El lugar donde vivimos los Hijos del sol poniente.

lunes, septiembre 27, 2010

Yo y nosotros

En todos nosotros existe un yo y un mundo que nos envuelve. Nos referimos al famoso "yo y mis circunstancias".
Conforme pasan los días el trabajador aspira a convertir su yo en un factor de promoción personal basado en la cualificación, la formación, el esfuerzo personal (frustrado en la mayor parte de las ocasiones) y el nada descartable peloteo insano, el servilismo obtuso, la picaresca y la expropiación del trabajo de los compañeros. Todo ello a imagen y semejanza del patrón de la nave.
El patrón aspira a convertir su yo en una empresa potente en un ambiente mercantilizado. Es la vieja parodia calvinista de que el éxito y el dedo de Dios viene representado por la riqueza que cada uno detenta en ese Universo determinista y teocrático de este viejo zorro franco suizo, que aupó a la clase banquera de ese país. Un zorro que no sólo frenó las luchas campesinas del medioevo, sino que condujo a la hoguera a mi paisano Miguel Servet que entre otras cosas habló en voz alta sobre la circulación de la sangre, deshaciendo el viejo mito godo de la metafísica de la sangre.
En consecuencia con lo anterior, los jefes de gobierno deciden arrimar su yo, del lado de la nacedad y cortoplacismo tratando de aparecer en las encuestas como el ganador más absoluto de una competencia hacia la nada más tediosa. A ello contribuyen los nada despreciables medias que parecen obsesionados por mercantilizar sus resultados promocionales.
Los 4x4, jets, pisos de lujo, gente guapa, signos externos al fin y al cabo, sustituyen las endebles maracas del chaman tribal que amenazaba con su ruido el sonido terrorífico de una serpiente voraz para alertar a los que no se atenían a su quintaesencia (Hoy lo llamamos políticamente correcto). Y el nosotros aparece representado por una fervorosa cadena de mitomanías presas de la sociedad moderna que acentúa las ganas de ser un yo adocenado capaz de engullir toneladas de palomitas de maiz y otras chcuherías que nos quiten la ansiedad interna que tales desaboridos nos provocan.
La pregunta nada baladí, es saber si el yo y nosotros se puede configurar de un lado menos necio que el actual. Porque a un servidor le dan ganas de vomitar las toneladas de comida basura, ante el permanente desafío por mejorar lo existente y configurar unas relaciones menos insanas.
Dioses jupiterianos y estilizados de un lado y masas mórbidas del otro. Ese es el yo y mis circunstancias actual para combatir la desazón que produce todo abatimiento por no alcanzar la gloria de los inmortales.