viernes, febrero 10, 2006

Empezamos?

La pregunta que me hacen es. ¿Qué pretendes con esos vuelos? Enseñar a que la gente mire al norte, que mire al sur, que mire al Este, que mire al Oeste y que mire al centro. Es la rosa de los vientos. Estamos dando paso al espíritu de la rosa de alejandría del que nos hablaba Vazquez Montalbán en sus libros. Una tradición de esa rosa amarilla que dio color al fondo de nuestra bandera aragonesa como expresión de la evocación de centralidad solar. Somos un país de sol y de alegría con hondas tradiciones comunitarias. No somos un país pobre en tradiciones de luchas democráticas, aunque sí hundidos en ese abismo que nos va separando de las naciones avanzadas. Y ese abismo estamos llamados a cerrarlo de la mano del conocimiento, del lado de la sociedad participativa, del aumento de las relaciones. Mediante una integración más efectiva y comprometida con una Europa democrática más unitaria aliada del lado atlántico.
Porque no empezamos desde este Aragón civilizador profundo enseñando a los demás como se puede integrar Aragón en esa cosa (Rex) que comenzó cruzando el río Aragón y terminó en el mediterráneo. E integrandola de forma Pública, abierta, culta y civilizada. Una integración que no excluya. Que emane de ese espíritu común de la Rex Pública y del derecho moderno recogido en los Fueros de los Fueros del Sobrarbe. Una integración que admita una voluntad común. Una voluntad que no anteponga la lengua, habida cuenta de que el problema central del mundo latino e hispano, tanto en Europa como en América es la fusión de la raiz latina y de la raiz sajona para un entendimiento que no sea basado del lado de la exclusión. Los idiomas de raiz latina debemos integrarnos si no queremos perecer ante lo que ya es una realidad aplastantemente anglosajona. Ahora que lo llamado "hispano" comienza a abrirse paso en el corazón del imperio. Apostemos por un Aragón bilinguístico y hablemos con los italianos y los franceses que tienen el mismo problema que nosotros.

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