jueves, marzo 23, 2006

Orientalofilia y antioccidentalofobia

ETA y el entorno nacionalista del pais vasco ha declarado un alto el fuego. No se sabe si es para preparar acciones más profundas o el primer paso para abandonar la occidentalofobia. Quienes simpatizamos con los irlandeses en su lucha contra esa soberbia Inglaterra llena de banderías aristocráticas, nos alegramos profundamente saber que Irlanda se incorporaba a Europa y abandonaba la ancestral occidentalofobia. Hoy Irlanda ha hecho progresos ejemplares en su desarrollo y en su democracia. Y no podemos dejar de pensar que no nos equivocamos quienes desde Estados Unidos y desde Europa apoyamos esa causa, que naturalmente se oponía al protestantismo puritano místico desde una vertiente más hedónica disfrazada de catolicismo.
Si ETA sigue el camino del IRA y del Sin Fein y se convence de que en el marco democrático europeo es más concebible el progreso que en la orientalofilia, habremos ganado. Y eso no es una cuestión de lengua, ni siquiera del caracter sagrado mítico de una civilización, sino el de no haber sabido, ni querido, asimilar los conceptos grecoromanos de democracia. Conceptos que apenas entraron en el Pais Vasco, a diferencia de Cataluña. Los conceptos que entraron en el Pais Vasco fueron los del comercio con las Indias. Una civilización comercial que ha aniquilado la vida de millones de muchas más personas que todos los holocaustos europeos. Desde Brasil y Sudamérica nos llegan mensajes esperanzadores que reclaman su dignidad humana latina frente al puritanismo wasp. Espero que los demócratas americanos, más comprometidos con las causa de los trabajadores hispanos en EEUU, permitan una nueva vía de diálogo civilizatorio, mejor que el de la era Bush.
Los libros sagrados de las civilizaciones y de supuestas razas y etnias llamadas a construir la metahistoria, cayeron en Europa, una tras otra. Cayeron las dinastías merovingias. Cayeron las dinastías de otón. La monarquía basada en el mito artúrico se mantiene a duras penas. Y ahora se alza como nuevo peligro la tiranía basada en la tercera Roma que dió origen al caracter sagrado de la civilización rusa de Iván el Terrible en Rusia.
Todos estos aspectos orbitan sobre el mundo euskaldun. Un mundo que posiblemente sea más hispano, que el de los propios hispanos. Y ya va siendo hora de tomar partido en esta nueva historia de la humanidad. Sin equívocos. A favor de las ideas democráticas profundas en la historia. Pues sólo desde el concepto de democracia y laicidad se puede abordar el progreso. En eso nos parecemos los occidentales. Lo demás son cuentos de las tiranías orientales en los que a veces se quieren identificar los vascones.

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