Dicen que la defensa del suelo patrio frente a posibles invasiones es legítima y necesaria. Puede ser que así sea. Pero advierto de una de las condiciones de la defensa de ese suelo. Si algún día hay que defender ese suelo patrio de agresiones militares extranjeras exijo que se cancelen todas las hipotecas y se nacionalice el suelo urbano que le llama patrio. El solar patrio ha devenido en solar urbanizable en manos de unos pocos. Y si se desencadena la prometida barbarie mesiánico militar de oriente no nos quedará más remedio que defendernos. Y en las consideraciones de la defensa de ese suelo habrá que hacer algunas consideraciones acerca del suelo que ha engordado a los especuladores urbanos. No vaya a ser que encima los tengamos que defender con el interés más desinteresado.
Que nos endeudemos hasta las cejas mal. Que nos endeudemos hasta la segunda o tercera generación por un nido peor. Que los intereses los paguemos al alza terrible. Pero que encima tengamos que defender con nuestras vidas ese suelo urbanizable ya es un delirium tremens. El suelo patrio es el principio que garantiza la existencia de una comunidad humana. Y al parecer en este desfile de mercaderías en el que han convertido todas nuestras vidas, hasta el suelo te quitan debajo de los pies y te lo cobran a precio de oro. Ese es el drama de todas las guerras de anexión y de los contados especuladores que están hundiendo esta economía española.
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