Las noticias nos hablan de que el euribor se ha colocado en el 3,105% y que ha subido más de siete décimas en los últimos doce meses. Los créditos inmobiliarios siguen ahogando a la economía de los más necesitados, mientras una clase inmobiliaria se alza en los cielos de la corrupción marbellí, madrileña o de todos los lados, lastrando a los partidos políticos, los ayuntamientos y la democracia en pleno. La clase propietaria del suelo inmobiliario atosiga a los trabajadores, a los jóvenes e incluso a la clase industrial que aspira a vender bienes de consumo.
La clase solariega se ha hecho dueña de las finanzas desde los tiempos en que el clan de los sorianos Emilianos Revilla (choricero) y Gil (superchoricero) iniciaron su andadura en el tiempo de los Boyer, casadito con la porcelanosa del carrete. Ha habido mucho carrete, mucho piso y mucha porcelana. Y sobre todo mucho suelo especulativo, compra, recompra y oportunismo, del cual se han beneficiado personas que han puesto sus ahorritos en un negocio que daba rentabilidades medias del 17% anuales. Mientras tanto muchas compañías industriales han cerrado. Muchas inversiones frustradas. Y muchos, muchísimos trabajadores y jóvenes con la soga al cuello.
EL DIA 14 DE MAYO A LAS 17 HORAS han sido convocadas muchas concentraciones para protestar contra este estado de cosas y la izquierda debe salir a la calle, porque el poder de esos negocios no está en la Moncloa. Está axfisiando a la Moncloa, a todos los ayuntamientos y a la gente normal. Se habla de la fortuna de Bill Gates. Por lo menos su compañía ha hecho software y marranadas sin cuento, pero es que los especuladores del suelo sólo han hecho marranadas sin cuento, sin que se haya visto el menor atisbo de inteligencia (software). Y en este país, hay que empezar a dejar de asimilar listillo con inteligente.
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