En muchos paises de Europa los trabajadores cuentan con una semana de primavera o semana blanca para practicar desportes o viajar.
En España los trabajadores apenas tenemos dos días de vacaciones para ver como se pegan latigazos, salen los capirotes inquisitoriales del medioevo, tocan los tambores de guerra, se arrastran por los suelos los nazarenos para sacar a la desconsolada madona y se le cantan las coplas y seguidillas.
Es impresionante la carga del pasado en España. En el período de la República se prohibió la celebración de la Semana Santa. Ahora dicen que es un puro folclore.
Prefiero irme a las Islas Fiji y bailar con los nativos. Por lo menos es más sano y constructivo. Y hasta recordar las monas de pascua y los cometas lanzados al viento en la primavera.
Lo demás es vomitorio a tope y cultura oscura. Mis hijos me preguntan si son los del KKK de los magos blancos. Y yo contesto que algo hay de eso.
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