lunes, junio 06, 2011

Globalidad alimentaria

Mosaico multicolor como forma de ver la globalidad. Tal era la propuesta que me hacia un investigador francés cuando yo le hablaba de los problemas que generaba la globalización de la alimentación mundial y de las materias primas (Así nos hablan desde la potente industria agroalimentaria). Un cántico a la libertad de los mercados, como forma de afrontar los desajustes alimentarios, no sólo no ha terminado con el hambre sino que nos ha introducido en nuevos problemas ecológicos, sanitarios, cualitativos, marquistas o contramarquistas .... hasta el punto de poner en tela de juicio las estructuras nacidas para liberalizar los mercados globales. Hoy el liberalismo ya se une a un neodarwinismo autoritario, que en lenguaje baturro se argumenta como el que más chifle, capador!!

Si esta semana pasada las normativas preventivas en materia de salud han puesto en tela de juicio las hortalizas españolas y las semillas de soja importadas (el culebrón no parará aquí, por el medio orgánico en el que se forjan estas bacterias), ahora los mercados libres nos auguran nuevas contrariedades a la hora de asegurar la estabilidad de los precios de las materias primas. Las causas que operan en los mercados de materias primas se encuentran en los factores especulativos de los precios de la energía (común denominador de los cereales y los agrocombustibles) y en la opacidad de algunos mercados como el chino y otros que han sufrido el revés de la sequía. Tampoco las oleaginosas como colza y soja se quedan atrás en estas espectaculares subidas de precio que van a arrastrar a una difíciles condiciones a los sectores económicos dependientes de ellos.

En primer lugar el sector ganadero en el mundo avanzado. O el propiamente humano, tal como se pone de manifiesto en la base de las revueltas de los países de origen semítico en los que es el ser humano quien toma directamente los cereales. Los tabues alimentarios de las zonas áridas de esos países prohiben que los cereales pierdan ecoeficiencia al pasar por animales monogástricos. Los profetas antiguos ya eran buenos observadores!!


Es curioso que a la europeizada España le hayan puesto una animalandia monogástrica, dependiente de cereales de América. Y a la Nueva España (así le llamaban a México) idem de lienzo. Astutos liberalizantes que se atrevieron a pagar para argumentar que los purines de dichos animales era mejor que se quedaran en los suelos hispanos. Y las materias primas (maiz y soja) ... transgénico please!! Así verticalizamos los negocios y los residuos del ciclo para los hispanos.


Rosa Aguilar en los desayunos de Ana Pastor


Vaya regalo que le han hecho a la ministra que en sus tiempos fuera de Izquierda Unida y hoy reciclada a un ministerio agroexportador, que no alimentario y medioambiental. Le está fallando la exportación de Almería. El porcino y la ganadería dependiente se le pone contra las cuerdas. Y lo del vino ... sigue cayendo en la medida que hay más Hectolitros vendidos a menor precio. Entretanto el botellón hispano se llena de alcoholes importados de cebadas y azúcares. Eso de la soberanía alimentaria me suena a discurso hueco en las organizaciones progresistas españolas, más dadas a la acracia o aislamiento del mundo, o a predicar allende los mares.


Como siempre, los estados nación aparecen como unas débiles entelequias del pasado incapaces de dar solución a nada serio. Lo decían Piorée y Sabel en los años 80, cuando reclamaban la necesidad de regionalizar el mundo dentro de unas esferas que desbordaran los estados nación. Y hoy Europa sigue jugando a la europa de los jardines versallescos, presa de un romanticismo incapaz de plantarse frente a los grandes poderes especuladores que cual caballo desbocado rompe los mosaicos del mundo y se aprestan a ennegrecer este mundo planetario. Más democracia, más centralización de la contestación, más organización social y más diversificación de la acción alimentaria. Esa es la clave de la nueva Economía Política que debe regir el mundo de la globalidad alimentaria.

1 comentario:

celebrador dijo...

Hola, llego aquí desde el blog de Josep Pamies (creo que amigo en común) siguiendo un nombre, así que espero no haberme equivocado.

En la variedad está el gusto, y eso incluye variedad en nichos de mercado, con variedad en gustos y exigencias de consumidores; la alimentación globalizada y estandarizada tiene ahora mismo todas las de ganar en términos de %, claro que para quienes la cantidad (el susodicho %) no sea lo más importante quedan las otras vías y opciones

En nuestro caso usamos una combinación de ambas, probablemente con más peso porcentual de lo standard, pero con una presencia de canales cortos, producción local, productos de mayor calidad (ecológicos), etc; y por razone sde salud y como una herramienta más de autocuidado hemos abandonado a los monogástricos, bueno, y también a los poligástricos

Un abrazo